Durante algunos años estuve vinculado a la política, en aquel tiempo pude ver de todo, mucho bueno y mucho malo, mucho poder y mucha impotencia... fueron años intensos que sin duda dejaron una profunda huella en mi forma de entender la sociedad en la que vivimos.
De todas las 'sensaciones', quizá la que más intensamente modificó el modo en el que ahora observo lo que nos rodea, fue la 'desafección' de la gente por lo que la política implica, según la cual se vive en una especie de 'verdad a medias' de hechos consumados en la que los administradores de lo público (los políticos y gobernantes), son 'entes' cuyo único objetivo es la corrupción y el mangoneo sin escrúpulos.
Con independencia de que esto sea o no cierto (de todo hay en la viña del señor), hay una conclusión que en general se le escapa a la sociedad, y es que cuando una mayoría de la población se aleja de la actuación política en el día a día, están facilitando el trabajo de esos pocos que si tienen como objetivo el sacar provecho de su posición en un gobierno ya sea local, provincial, estatal, o europeo.
El hecho de que 'la mayoría moderada' que forma nuestra sociedad o lo que es lo mismo, casi todos nosotros; se 'auto-inhiba' de la vida social y política, puede tener consecuencias debastadoras para un estado que pretende ser equilibrado y relativamente justo. Esa opción de 'auto-aniquilación' de la mayoría de la gente en cuanto a su participación política se refiere, tiene como efecto final, el volver a esos tiempos de la humanidad, en los que se practicaba el modo de gobierno de 'todo para el pueblo pero sin el pueblo'. Eran los tiempos de los señores feudales, de los caciques, de los dictadores, emperadores, y de los monarca omnipotentes, para los cuales 'el populacho', no dejaba de ser más que una masa molesta de carne carente de volundad, que servían para producir el bienestar que ellos consumían.
Durante siglos y siglos, muchos lucharon por tener voz, por ser parte, por conseguir que la mayoría de la gente fuera la que decidiese sobre lo que a ellos mismos les afectaba, y sin embargo, ahora, por motivos razonables algunos y completamente ilógicos en la mayoría de las situaciones, somos nosotros, la propia sociedad, la que bajo la cantinela de 'no me interesa la política' o 'son todos unos mangantes', prefieren invertir su tiempo en el ocio vacío de contenido y de consecuencias positivas para su entorno directo e indirecto, entregando cantidades ingentes de lo más valioso que tenemos, que es nuestro limitado tiempo sobre la tierra, a cosas como el fútbol, la prensa de corazón o el propio trabajo; mientras 'sedamos' nuestra sed de mejora social.
Evidentemente, tenemos necesidad de ocio, de distración, de descanso, y de desconexión, es indudable, pero el verdadero motivo por el cual no dedicamos prácticamente ningua energía a pensar que podemos hacer para mejorar lo que nos rodea en la sociedad, no procede de esa necesidad de 'desconexión', sino que es el resultado de una estrategia que los más poderosos enhebran entre las sombras, que no es otra que la de 'adormecer' la voluntad popular para que ellos, lo que quieren manejar los hilos, puedan conseguir más y más, teniendo las manos cada vez más libres.
Si algo han aprendido durante años todos esos que acumulan el poder, es a no matar a la gallina de los huevos de oro, y por eso potencian difentes 'opios para el pueblo'.
Es cierto que muchas mujeres y hombres de los que han llegado a tener poder (en un ayuntamiento, o en un gobierno provincial, o autonómico o nacional), lo han prostituido para saciar su avaricia, pero no seamos hipócritas, esto es solo una consecuencia de la ética según la cual mucha gente se ha movido y se mueve en la sociedad, y no hay más que ver el comportamiento en las pequeñas cosas de la vida de mucha gente completamente anónima para comprender que la ambición desmedida, el egoismo y la avaricia, no son nada nuevo.
Un ejemplo claro de este paradigma social lo tenemos en lo sucedido con la especulación inmobiliaria, le hemos echado la culpa a los bancos, al gobierno, a las promotoras, a los constructores y a los ayuntamientos (que sin duda tienen una gran parte de responsabilidad), olvidando que la vivienda que más ha subido y por lo tanto con las que más se ha especulado, ha sido la de segunda mano, es decir, las que eran puestas a la venta por parte de gente anónima. Nadie en ese caso pensaba que era una acto puro y duro de especulación vender su casa por más del doble o el triple de lo que le costó en su día, nadie pensaba en el comprador al que se le estaba 'obligando' a pedir un crédito que le iba a encadenar a una deuda como jamás se había visto en nuestra sociedad en tantísima gente durante el resto de su vida, nadie cuando sobre valoraba la vivienda que iba a intentar vender, pensaba en que el comprador que muchas veces llamaba a su puerta estaba ejerciendo su derecho a tener una vivienda digna (por un precio razonable), nadie ha sentido el más mínimo remordimiento al pensar que con su acción especulativa, estaba contribuyendo claramente al 'calentamiento global del precio de la vivienda', más bien al contrario, cuando cualquiera de nosotros conseguía pegar 'el pelotazo', de forma inmediata iba a sacar pecho con los amigos, familiares y todo aquel que fuese menester.......
Si, todos tenemos un punto de avaricia desmedida, y todos dejamos la solidaridad 'para los demás', es normal, somos humanos, y por lo visto esa es una las características que mejor nos definen como tales, y precisamente por eso deben existir mecanismos de control, y el mejor que existe (aunque no es perfecto), es el control de 'la mayoría' que generalmente lleva asociado en muchos casos, el sentido común.
Pero debemos hacer una reflexión... si realmente somos egoistas y avariciosos a nivel individual y además nos jactamos de ello en nuestro entorno social (el que pega el pelotazo es 'el puto amo'), entonces, ¿Cómo podemos esperar que los órganos visibles de nuestra sociedad no lo sean?. La corrupción, la especulación, los chanchullos, los escaqueos, el cohecho.. todas esas perlas que salpican los gobiernos de cualquier tipo en nuestra sociedad, son una consecuencia, un síntoma, un resultado final, y no el verdadero problema.
Para que un médico pueda curar una neumonía deben suceder cuatro cosas
1- Que haga un diagnóstico correcto de la enfermedad. Si diagnosticase que el problema del paciente es que tiene un pie roto sería casi imposible que llegase a curar la neumonía.
2 - Que recete el medicamente adecuado que cura la enfermedad y no la que anula los síntomas de esta de forma temporal. O lo que es lo mismo, si la única receta que nos da un médico para una neumonía es una aspirina para bajarnos la fiebre, posiblemente en no más de un par de semanas habremos pasado a mejor vida.
3 - Que el paciente quiera
Digo todo esto porque me indigna ver como en lugar de actuar, nos limitamos a señalar con el dedo indicando lo 'malos malotes' que son los políticos en lugar de hacer algo.... y como prueba de la dejadez de nuestro comportamiento, solo voy a dejar una pregunta en el aire. ¿Cúantos de nosotros se han interesado por revisar el presupuesto de su ayuntamiento y la ejecución del mismo?.... La respuesta pone en evidencia nuestra dejadez al tiempo que me ayuda a explicar porque el corruputo tiene su mejor escudo en ese abandono; y es que si en un municipiio de digamos 20.000 personas, solo un 10% se preocupase de revisar el presupuesto y detectase anomalías o gastos 'extraños', tendríamos a 2,000 personas conscientes de que sus gobernantes son unos ladrones y tarde o temprano saldría del poder (más temprano que tarde), pero mejor aun, si un político corrupto tiene la sospecha de que va a tener 2000 ojos revisando sus chanchullos, estoy seguro de que se lo pensará dos veces antes de meter la mano en el cajón...
Este ejemplo se puede extrapolar a niveles superiores (gobierno provincial, autonómico, nacional o europeo), y desde luego pone en evidencia que SI tenemos mucho que hacer y decir, pero no, es mucho más fácil esperar que sean otros los que hagan ese trabajo por nosotros, ¿la oposición?, ¿La policía?, ¿Diós?... quien sea antes de que nosotros tengamos que mover el culo, ahora eso si, luego todo el mundo a quejarse de lo mal que está todo... y lo peor es que este tipo de comportamientos se están convirtiendo en una 'verdad social', es decir, lo raro, lo anómalo, lo extraño, es preocuparse (y ocuparse), de lo común.
Un ejemplo claro de lo dicho anteriormente es lo que sucede en muchas comunidades de propietarios, el que más y el que menos tenemos una o varias experiencias 'subrealistas' vividas en las comunidades de vecinos, en las que cuando aparece alguien que todo el mundo critica lo mal que están las zonas comunes, o lo mal que se ve la tele, o lo descomunal del recibo de la luz... y se critica al presidente, o al administrador, o al ayuntamiento o a quien sea, pero a la hora de ponerse manos a la obra y 'hacer algo', entonces ah amigo!, ahí ya si que no, para eso está el presidente, o el vicepresidente, o el 'enterao' del quinto, o quien sea... Es fácil quejarse y hablar con mucha dignidad en una reunión de vecinos (que importante es quedar bien siendo 'contundente')....
Lo mismo sucede a nivel social, exactamente lo mismo, solo hay que sentarse en una barra de bar una mañana cualquiera y escuchar, que si este es un sinverguenza, que si el otro es un ladrón, que si mira que mal está el tráfico, que si que desastre lo del impuesto de la basura, o que son todos unos ladrones por haber bajado el sueldo a los funcionarios o haber congelado las pensiones.... y .... PUEDE QUE TENGAMOS RAZÓN, pero si no estamos dispuestos a hacer nada, entonces no somos quien para decir ni pio. Uno no puede formar parte de un equipo de fútbol, entarse un lado del campo a mitad de partido, y cuando nuestro equipo empieza a perder, entonces empezar a gritar muy dignos al entrenador, o al presidente de la federación de fútbol... no, no y no, NOSOTROS SOMOS ARTE Y PARTE.
Debemos comprender que los que luchan por el poder (los de un lado y los de otro), nos quieren dejar fuera, nos piden nuestro voto una vez cada cuatro años (vaya timo señores!) y ale, todos a su casita con la conciencia social tranquila... nos engañan!... ¿Cómo puede ser que no lo veamos?.
El caso es que si nos borramos de la actividad social y política, las consecuencias son terribles. Voy a poner solo unos pocos ejemplos.
En primer lugar voy a comentar el caso del avance de los independentismos donde inicialmente no existen esos sentimientos.
Os voy a poner un ejemplo, yo me formé en la universidad de valencia, allí, en los órganos de gobierno de los cuales yo formé parte durante un tiempo (hace más de 15 años), los movmientos de estudiantes con intencionesindependentistas tenían un peso increible en las decisiones que finalmente se tomaban. ¿Era Valencia un batión del independentismo caltalán?. La respuesta es contundente, NO, pero sucede que la inmensa mayoría de los jóvenes de mi edad, simple y llánamente NO abrian el pico, no participaban en ninguna otra cosa que no fuera sus clases y las fiestas (ambas cosas completamente justas y necesarias)... Que implicaciones tenía eso, pues que cada vez con más frecuencia se lanzaban mensajes con el cuño de la universidad en favor del 'paisos catalans' ('marca' acuñada por el independentismo catalán para anexionarse a la Comunidad Valenciana, Baleares, Alguer, y algún que otro territorio Francés, algo similar a lo que sucede con el Pais Vasco y Navarra)....
A nivel nacional y volviendo a nuestros días, hay que ver lo que sucede en Cataluña, allí la mayoría, no es independentista (aunque si tienen una fuerte identidad propia), pero ¿Qué sucede?, que la gran masa social que no está a favor, se deja llevar, y después de años escuchando mensajes desde los medios de comunicación del estilo de 'desde España nos quieren robar nuestra riqueza'. De hecho lo que ha pasado con el Tribuna Constitucional, el Estatuto Catalán y la imponente manifestación en defensa del mismo por las calles de Barcelona con más de 1 millón de personas participando en ella, tiene mucho que ver con esto que os cuento, la gente salió a la calle para intentar evitar que 'España les robase lo que es suyo', no salió a la calle para defender la independencia de Cataluña, pero claro, como pasaba en mi querida Universidad de Valencia, los que se convierten en portavoces de ese clamor popular, son los más implicados en la política, es decir, los partidos nacionalistas o independentistas... pero .. ¿Pensaba eso mismo la mayoría de la gente que estaba allí?,... yo diría que como mínimo es difícil saberlo, pero el mensaje que se ha lanzado en la propia Cataluña es que eso es lo que se perseguía y por supuesto, al resto de España se nos ha mandado el mismo mensaje....y no señores, ese no es el mensaje, ese es un mensaje manipulado por aquellos que tienen las manos libres para decir lo que les venga en gana porque la mayoría de la gente no tiene voz y no quiere tenerla... es así, NO QUIERE TENERLA. No es que esa gente vaya a salir en defensa de la Unidad de Espña, de hecho no creo que la mayoría de la gente tenga un especial sentimiento Español, es más después de que durante décadas los partidos nacionalistas tomasen el control de los medios de comunicación locales, e iniciasen una campaña de inhundación de mensajes del estilo de 'somos una nación', 'somos los mejores', 'En España nos tienen manía', 'Cataluña es una nación ocupada por los españoles', etc, etc, lo que sucede es que de tanto repetirlo, se acaba por convertir en una verdad que nadie sabe demasiado bien de donde procede.
En cualquier caso y con idependencia de que consigan el objetivo de la independencia o no (que visto lo visto al final va a terminar por ser lo mejor para todos en el largo plazo), lo peor de este ejemplo, es que una vez más una minoría activista capaz de todo (o casi todo) por 'la causa', es capaz de pasar como un rodillo sobre la mayoría serena y tranquila que solo quiere vivir en paz y prosperidad, lo vemos en el integrismo islámico, lo vemos con la creación de los sentimientos independentistas, o si miramos a terrenos más 'sofisticados', lo que ha acontecido con el crack financiero generado por unos pocos empresarios sin escrúpulos....
No deberíamos olvidarlo jamás, para que una minoría extremista se imponga a nivel social, solo necesita que se den estos tres condicionantes:
- Necesitan el silencio de la mayoría (a poder ser también la ignorancia de esta).
- Necesitan tiempo para ir haciendo su trabajo dejando que sus estrategias 'infecten' poco a poco su entorno (y estoy pensando en esta ocasión lo del colapso financiero, pero se puede aplicar a todo lo demás).
- Necesitan estruturas de poder y gobierno que toleren que una minoría participativa pueda ir acumulando poder poco a poco.
- Es absolutamente necesario que los lideres de esas minorías no tengan escrúpulos de ningún tipo y que vivan en la necesidad de obtener mayores cotas de poder (ya sea en forma de reconocimiento social, económico, e incluso ideológico)
Un ejemplo de como funciona la maquinaria que permite a una minoría ir imponiendose poco a poco sobre la mayoría es el caso de los sentimientos independentistas en España, que durante la década de los 80 no superaban el 15% de la población de las regiones que teóricamente pretendían esa independencia y que representaba solo el 1,3% de la población total de España.
Durante décadas los políticos han tenido la posibilidad de emplear dos herramientas que hubieran frenado la potenciación de este tipo de sentimientos (que se han cebado en la juventud sedienta de ideales con los que sentirse identificada, como ha sucedido a lo largo de toda la historia de la humanidad).
Las dos herramientas a las que me refiero que ponen de manifiesto que no se ha hecho nada ni por parte de los políticos de un color ni los de otro, es que no han reformado la ley electoral que otorga una clara ventaja a las minorías (por ejemplo un voto de un Vasco vale como 1 voto de 3 andaluces... y nadie dice nada !!!!). Y por otro lado los pactos de gobierno. Si los dos partidos mayoritarios realmente hubieran tenido un cierto grado de preocupación por el tema del independentismo, hubiera sido suficiente con que hubieran llegado a pactos de gobierno para evitar la necesidad de buscar socios de gobierno en los partidos que tienen como finalidad última, la de conseguir la independencia de la región a la que representan.
Pero no, ni unos ni otros han hecho NADA en estas décadas, y lo peor, la gente no se ha movilizado, y es que es mucho más fácil ser 'forofo' de unas siglas y un partido político, que abrir los ojos, tomar consciencia de lo que sucede y actuar....
(continuara....)